El caballero no hizo caso de los gritos que le daban los reyes y las reinas de aquel extraño lugar.Huyo a toda prisa y únicamente paró cuando creyó que estaba completamente a salvo. De todas formas , imaginó que debería haberse montado un enorme guiriguay.¡Hay que ver lo rara que era aquella gente ! Todos eran muy peculiares. ¿No se daban cuentan de que así espantaban a cualquier visitante?
¡¡¡¡¡ Un día muy apropiado para este cuento !!!!!
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